¿Cómo te conviertes en cristiano? ¿A través de la Oración del Pecador o de la Gran Comisión?

 ¿Es compatible la "oración del pecador" con la gran comisión dada por Jesús?

Muchas organizaciones de iglesias protestantes guían a las personas en una oración de pecador para iniciarlos en el cristianismo. Varios evangelistas como Billy Graham y Campus Crusade for Christ han usado este tipo de oración por muchos años. Quizás el primero en popularizarlo en los tiempos modernos fue Dwight L. Moody.

Después de un sermón de Moody, las personas interesadas en convertirse en Iglesia Evangélica Bautista Agua Viva de Mérida cristianas fueron invitadas a una "sala de consultas" donde los consejeros les hicieron algunas preguntas, les leyeron las Escrituras y finalmente los guiaron en una oración en la que "recibieron a Cristo" como su Salvador.

Las cruzadas de Billy Graham ponen la oración del pecador en pleno apogeo con un formato como este: "Querido Señor Jesús, sé que soy un pecador y te pido perdón. Creo que moriste por mis pecados y resucitaste de entre los muertos". . Me aparto de mis pecados y te invito a entrar en mi corazón y en mi vida. Quiero confiar en ti y seguirte como mi Señor y Salvador. En tu nombre. Amén".

Pero, ¿es esa oración cómo uno se convierte realmente en cristiano? Si bien podemos preguntarle a un ministro o a un sacerdote, tal vez la mejor manera de ver de qué se trata el cristianismo es mirar las instrucciones de Jesús. Dio instrucciones claras sobre la misión que quería que siguieran sus discípulos. Aquí hay dos pasajes donde Jesús dejó en claro sus pensamientos.

En el primer caso, dos discípulos iban de camino de Jerusalén a Emaús cuando se les unió Jesús resucitado. Aunque al principio no lo reconocieron, Jesús comenzó a hablar con ellos. Con respecto a su misión en curso, Lucas registra que Jesús dijo: "Así está escrito, que el Cristo padeciese, y resucitase de entre los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones , comenzando desde Jerusalén".

Luego, justo antes de que Jesús ascendiera al cielo, Mateo registra la comisión final de Jesús a sus discípulos. A menudo llamada la "gran comisión", Jesús dijo: "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y enseñad a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Santo Espíritu: Enséñales a guardar todas las cosas que te he mandado; y he aquí, yo estoy contigo todos los días, hasta el fin del mundo".

A partir de estas declaraciones, Jesús parece estar diciendo a sus discípulos (estudiantes) que se conviertan en maestros, diciendo a otros todo lo que ordenó o enseñó a sus discípulos. Las enseñanzas de Jesús se referían principalmente a cómo vivir juntos en amor. A medida que las personas aprenden estas enseñanzas, pueden darse cuenta de que han estado viviendo mal y desean hacer cambios en sus estilos de vida. A medida que cambian de opinión acerca de sus vidas (arrepentimiento), deben ser bautizados. Luego deben continuar aprendiendo lo que Jesús enseñó.

Dado que este proceso continuará hasta el fin del mundo, estos nuevos discípulos (estudiantes) eventualmente se convertirán en maestros para una nueva generación de discípulos. Y, este proceso debe continuar hasta el regreso de Jesús.

Por otro lado, la oración del pecador parece ser una respuesta momentánea a un sermón cargado de emociones que tiene poco efecto en el estilo de vida continuo del "pecador". Algunos estudios indican que solo alrededor del 25% de los que responden al mensaje del evangelista se unen a una iglesia, mientras que solo alrededor del 6% hacen cambios de estilo de vida a largo plazo.

Jesús llama al discipulado en lugar del evangelismo emocional. El discipulado es un compromiso que está destinado a durar. Y lleva tiempo. Pablo, por ejemplo, se quedó con la iglesia en Corinto durante un año y medio, estuvo dos años en Éfeso y visitó Filipos al menos 3 veces en el transcurso de una década.

Si quieres seguir a Jesús, conviértete en su discípulo aprendiendo cómo te mandó vivir. Luego ponga esas enseñanzas en acción en su vida. Enseñe esos comandos a la próxima generación. Esto es seguir la gran comisión de Jesús.